Debo empezar agradeciendo a PlayStation por habernos pasado la clave para probar y comentar sobre Days Gone Remastered.

Este juego ya lo había empezado en PS4, cuando salió, sin embargo, por motivos ajenos a mi voluntad, tuve que abandonarlo. De antemano pido perdón por mi espanglish, pero como siempre, lo normal es que juegue en VOSE.

Ya en su momento, el apartado gráfico de Days Gone fue bastante impactante, el realismo y la atención al detalle eran impresionantes para la época, sin embargo, este remastered escala lo que ya era bueno a la tecnología moderna. El original lo jugué de salida, hay que tener en cuenta que este juego salió hace 6 años y mi memoria de pez no ayuda mucho. Aun así, hay cosas que recuerdo, como lo emotivo que fue el arranque de la historia, el sentimiento de hermandad entre Deacon y Boozer, la desesperación de ver a la humanidad reducida a sus instintos más salvajes (no, no me refiero a los freaks, me refiero a los sobrevivientes), la desolación de un mundo en el que los humanos hemos perdido nuestra posición de poder y, como es de esperarse, la aparición de bípedos descerebrados como son los Ripers o los anarquistas que son incapaces de mantener la fachada de humanidad sin instituciones que establezcan límites y leyes para la convivencia.

El encanto de su lanzamiento sigue vigente, pero siento el deber de mencionar que también mantiene bugs y errores que deberían haberse solucionado:

  • Principalmente las interacciones en las que tienes que mantener presionado cuadrado (abrir puertas, usar palancas, empujar coches, montarte en la moto, etc), ya que Deacon puede dar vueltas, como un perro antes de echarse, buscando ubicarse en la posición correcta para que dé inicio la animación de interacción, muchas veces sin lograrlo.
  • Otro bug (creo que es un bug) es el problema que tengo con algunos signos de interrogación, muchas veces llego al lugar y no hay más que un grupo de freaks, sin nada que observar, sin lupas, sin supervivientes, sin nada especial.
  • Me ha sucedió que aparecen enemigos que buscan emboscarte con un cable, pero yo, que ya los tengo calados, me detengo antes del cable y me bajo de la moto para empezar el ajusticiamiento a pie, lo que ocurre muchas veces es que no se dan cuenta de que estoy ahí, puedo ir caminando en sus caras y no me atacan, se quedan detrás de los arbustos/coches aunque los vaya eliminando uno a uno.
  • Hubo una misión, casi al final, en la que tuve que guardar, salir y volver a entrar porque la horda (que ya la tenía bastante reducida) desapareció.
  • Algo parecido me ocurrió saliendo de algunas secuencias, en las que la pantalla quedaba totalmente en negro y no podía ver nada, con lo que tuve que cargar el último archivo guardado.

Ahora bien, para la gente a la que le gusta explorar ¡Este juego es una maravilla! Hay un mundo vivo, con varios marcadores y misiones de limpieza que permite quemar horas con una inmersión absoluta. Me ha pasado que empiezo a jugar, me olvido completamente de la historia principal y paso 3 o 4 horas dando vueltas cazando para conseguir carne, eliminando saqueadores, limpiando nidos y haciéndole un favor al mundo encargándome de los Ripers (es que los odio con toda mi alma).

Sin ánimos de hacer spoilers (porque entiendo que hay gente que podría haber entrado a este mundo con el remastered y no con el original de hace 6 años), la historia es bastante buena, así que hay que prepararse para entender una historia bastante realista, siendo lo más interesante poder ver las diferentes corrientes morales que surgen cuando no hay una institución gubernamental que mantenga el orden, cada quien tira por su cuenta y hacen lo que consideran que es lo correcto, con lo que verás:

  • Campamento de Copeland: un asentamiento de conspiranoicos, un poco fanáticos para mi gusto, a cargo de Mark Copeland, un megalomaníaco con su propio programa de radio para compartir sus conspiraciones con quienes tengan una radio.
  • Hot Springs: un campo de trabajo. La encargada es Tucker y no le importa lo que seas, ni en qué creas, lo que le importa es que, si no puedes coger un arma, cojas las herramientas de siembra y cosecha, no hay sábados ni domingos, no hay descanso, trabajo durante las horas de luz sin descanso.
  • Lost Lake: un asentamiento bastante más “civilizado”, dirigido por Iron Mike, que piensa que el derramamiento de sangre debe ser siempre la última opción (no estoy de acuerdo con ese “siempre” en este escenario mundial, pero bue… Es el campamento que más me gustó y en el que me sentí más identificado).
  • Diamond Lake: una pequeña base de milicia ciudadana tratando de emular al ejército, lo cual tampoco me hace mucho ruido, pero está a las órdenes del último campamento de la lista.
  • Wizard Island: sin querer entrar en debates políticos/religiosos, solo diré que está bajo el mando del Coronel Matthew Garret, que considera que lo que pasa es un castigo de Dios. Tiene una retórica de justicia divina y patriotismo que me choca bastante, pero que es, al mismo tiempo, lo que lo convierte en un buen personaje: no te deja indiferente.

Sin entrar en spoilers, hay partes emotivas y partes frustrantes que no entendí, porque de alguna manera el razonamiento es muy complicado y yo soy demasiado básico para entenderlo, sobre todo en un mundo en el que te montas en tu moto, sales a buscar materiales y no sabes si volverás al campamento.

Otra parte que me costó mucho, pero porque soy muy cobarde y el cerebro se me queda en blanco, fueron los ataques de las hordas. Hay mucha gente que disfruta con la matanza de cientos de freaks que te persiguen a una velocidad alucinante, pero con algunos de los bugs mencionados anteriormente, para mí está muy lejos de ser una experiencia grata, de hecho, me saca del juego porque no hay motivo para que una persona en su sano juicio vaya a provocar a una horda en solitario. Lo lógico es que fuera un grupo de 10 personas como mínimo. La primera horda obligatoria me forzó a bajar la dificultad, con lo que ya representó una mella en mi experiencia. Sería ideal que enfrentarse en solitario contra una horda no fuera parte del juego base, sino que se mantuviera como misiones secundarias (que no hice ninguna porque repito que argumentalmente no tienen sentido para mí).

En un extremo totalmente opuesto está el peso que tiene el sigilo en Days Gone, tratar de hacer el menor ruido posible para evitar que te detecten, no solo para evitar el daño directo de los disparos, sino porque el ruido del tiroteo llama a los freaks, que atacan tanto a los saqueadores/ripers como a Deacon. Esa interacción me pareció bastante natural y que le da un toque extra, porque puedes ver a los freaks persiguiendo animales para comer, los puedes ver peleando contra saqueadores o contra ripers mientras viajas por el mapa y, dependiendo de la misión, podrás encontrar freaks que no son muy amigables con los de su misma “especie”. Muy bien hecho eso, lo disfruté un montón.

En conclusión, más que la historia, me parece que Days Gone Remaster plantea una buena experiencia de superviviente en un mundo postapocalíptico lleno de freakers. Las mejoras gráficas para traer el juego a la generación actual están bien implementadas, aunque habría sido genial que arreglaran los bugs que se traen desde la versión original. Si no tuviste oportunidad de jugar Days Gone en la PlayStation 4, es mejor que entres con el remastered de la PlayStation 5.