Empecé con la Intelevision de mi padre, una consola con la que pasé bastante tiempo. Ya un par de años después, pedí que me regalaran una NES. Los videojuegos siempre han sido tanto catalizadores como refugios en mi vida.
En mi vida gamer hay varios hitos importantes, como haber entablado amistad con uno de los que hoy en día es parte de mi grupo de hermanos de vida (Megaman 6), haber aprendido inglés (Final Fantasy VII), relacionarme con gente sin importar las fronteras (World of Warcraft), tener un grupo de amigos gamers (League of Legends), empezar a hacer stream y finalmente ser parte de este proyecto que se llama Trisquelion Gamers.
Con los videojuegos me gusta imaginar que soy yo el protagonista de la historia, indiferentemente de la raza o el sexo del personaje que controlo, por lo que se me hace muy fácil sentir empatía por la gran mayoría de personajes que he usado. Además, me gusta que hoy en día sean obras, con historias, sentimientos y personajes que se sienten realmente vivos, no son solo píxeles con mecánicas que dominar.
Cada quién tiene derecho a disfrutar de los videojuegos como más le parezca, pero para mí ¡los videojuegos son como la vida misma!
